Enseñarles desde chicos a cuidar su cuerpo, a conocer sus partes íntimas son algunas de las claves para prevenir el abuso sexual infantil.
Por miedo, culpa, impotencia o por vergüenza, la mayoría de las niñas, niños y adolescentes que son víctimas de abuso sexual callan por mucho tiempo. Se suelen sentir cómplices de la situación de abuso, sobre todo porque cuando son muy pequeños no entienden del todo lo que les pasa. Por eso, es fundamental acompañarlos en el desarrollo de su autonomía progresiva y darles herramientas que colaboran en la prevención desde los primeros años.
Desde Red por la Infancia, Cepasi y Unicef brindan una serie de consejos prácticos para padres y madres que buscan alentar a los niños y las niñas a ser abiertamente comunicativos acerca de cuestiones sexuales.
1. Enseñales desde que aprenden a hablar a nombrar las partes de su cuerpo y las zonas sexuales; no uses con ellos nombres de fantasía sino los correctos: pene y vulva. Hablales con naturalidad de las zonas sexuales, sin cargarlas de erotismo o énfasis innecesarios.
2. Haceles saber que tienen derecho a decidir acerca de su propio cuerpo. De forma práctica, debemos empezar nosotros respetándolo.
3. Promové su autonomía para ir al baño, vestirse y bañarse. Enseñales que desde los 3 años ya no necesitan ayuda para ocuparse de sus partes íntimas.
4. Es recomendable que los padres y madres no se bañen desnudos con sus hijos, ni desde que son bebés. Es una forma de no normalizar que haya un cuerpo desnudo al lado del cuerpo del niño. Por el mismo motivo, no les des «besitos» en la boca y tampoco se aconseja que duermas con ellos en la misma cama como hábito.
5. Explicales que pueden decir ¡NO! cuando no deseen ser tocados, incluso en formas que no sean sexuales, como un abrazo. Aprovechá las oportunidades que tengas para preguntarles: “¿querés darme un abrazo?”, “¿me das un beso?”, aceptando su “sí” o su “no”. No les cambies las manifestaciones de afecto por premios. “Si desde chiquito le repetiste que ninguna persona puede tocar sus partes íntimas y lográs que incorpore esa idea, es el mejor refugio para tu hijo”, destaca Paula Wachter, fundadora y directora ejecutiva de Red por la Infancia.
6. Enseñales la diferencia entre los buenos secretos (un cumpleaños sorpresa, por ejemplo) y los malos. ¿Qué es un mal secreto? Aquel que se supone que los niños deben guardar por siempre y esconde acciones que no están bien. La banda infantil Canticuenticos hizo el tema «Hay secretos» donde aborda de una manera muy simple para los chicos que «no se tienen que guardar los secretos que hacen mal».
7. Dentro del rubro artístico, la literatura también puede ser útil para abrir el diálogo con los más pequeños. Libros como ¿De qué color son tus secretos?, de Margarita García Marqués, promueven la expresión emocional. En cada página de la historia, la autora invita a los chicos a explicar si ellos tienen secretos, de qué tipo y de qué color son: “Los secretos oscuros pueden tener una buena solución si aprendemos a explicarlos a un adulto de confianza: a mamá, a papá, o a la profesora”, destaca. Otra propuesta es La Mochila de Iripina, de la psicóloga Paula Vessoni y difundido a través de la campaña Anímate de Silvina Díaz y Gabriela Pacheco, que narra la historia real de una niña que fue abusada sexualmente y logró salir adelante de una manera creativa y esperanzadora. “En una carta al final del libro, Iripina anima a los chicos que hayan pasado por una situación de abuso a hablar y les asegura que siempre habrá alguien que los pueda escuchar. El cuento visibiliza esta temática y posibilita el diálogo entre los adultos y los niños o adolescentes, para salir de la trampa del silencio y el secreto”, cuenta Vessoni.
8. La educación sexual integral (ESI) cumple un rol fundamental para prevenir y dar herramientas a los chicos para que puedan contar lo que les pasa. Muchos casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes fueron detectados en las escuelas gracias a la ESI. Silvia Ongini, psiquiatra infantojuvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas y autora del libro El súper poder de la educación sexual –en coautoría con Silvina Valente y Denise Tempone–, sostiene: «Una de las cosas más básicas en educación sexual es que respetemos las etapas de los niños, que no los obliguemos por ejemplo a darles un beso a un familiar cuando no quieren, que su ‘no’ sea escuchado y ayudarlos a ellos, a su vez, a escuchar sus propios ‘no'».
9. En niños de a partir de 10 años ya podés hablar de lo que es el abuso, sin asustarlos, sino brindándoles herramientas y consejos, por ejemplo, explicándoles que tienen que tener cuidado donde se visten y se desvisten, y otorgándoles confianza para que puedan contar si algo les pasa.
Publicada en Diario LA NACIÓN, 30 de septiembre de 2021